De Highbury al Emirates

Highbury aerea

Hace unos días charlaba con Paco Olmo (si ese que hace las fotazas al Poli en los partidos de casa), sobre el Poli y el fútbol en general. Paco me preguntó de que equipo era, aparte del Poli lógicamente, y yo la verdad que no supe responderle. Pensando, me di cuenta de que soy más de jugadores, que de equipo. Recuerdo ver el Mundial Sub17 de Finlandia 2003, y flipar con un jovencísimo Cesc Fábregas que fue Bota de Oro, Balón de Oro y subcampeón de esa edición. Por aquel entonces jugaba en el Arsenal, así que me hice del Arsenal, y por extensión de Highbury.

Highbury

El Arsenal Stadium, popularmente conocido como Highbury (ya que se ubica en el distrito del mismo nombre de Londres) fue la casa del Arsenal desde 1913 hasta 2006, año en que el equipo se mudaría al Emirates Stadium, con el doble de capacidad. 93 años y 2.010 partidos lo contemplan.

Fue diseñado por Archibald Leitch, autor de otros estadios como los de Manchester United, Liverpool, Celtic de Glasgow o Rangers.

Las tribunas de Highbury tenían la particularidad que estaban casi incrustadas en las casas del vecindario. Algo que le daba una imagen única, sobre todo cuando lo ves en directo. El campo realmente está metido dentro de las casas, como aquellos patios interiores donde te asomabas y veías a los vecinos mayores jugar al fútbol entre arboles, macetas y ropa tendida.

Osama Bin Laden

Una de las muchas biografías del Bin Laden, en concreto una a cargo de Adam Robinson, revelaba que vivió durante 2 años en Londres, y era un asiduo de Highbury, enganchado por la magia de los gunners, del que la web del Arsenal también asegura que es fan Fidel Castro.

Según cuenta Robinson, Osama bin Laden tenía su localidad en una zona llamada Clock End, un rincón del estadio, situado debajo del reloj que en su día hizo instalar Chapman. Un reloj de solo 45 minutos para que los seguidores pudieran ser conscientes de cuánto faltaba para el final de cada tiempo. (Ese reloj, una vez demolido Highbury, ha sido trasladado al nuevo Fly Emirates Stadium, donde ocupa un lugar de honor, pues es lo primero que se ve al traspasar la puerta principal, llamada precisamente Big Clock Entrance.)

Robinson da por sentado que al menos estuvo en dos encuentros en el viejo templo futbolístico de los gunners: en la edición de 1993-1994 de la Recopa, en las visitas del Torino, en cuartos de final, y en el Paris Saint-Germain, en semifinales.

La hinchada joven del Arsenal tuvo la mala ocurrencia de festejar la afiliación de Bin Laden como hincha del Arsenal con un cántico, entonado con la música del célebre Volare, de Domenico Modugno, y con esta letra: «¡Osama, oh, oh! / ¡Osama, oh, oh, oh, oh! / He comes from Taliban, / He is an Arsenal Fan».

Ni que decir tiene que el club declaró en 2001, justo después de los atentados del 11 S en Nueva York, «persona non grata».

Clockend
El mítico Clock End de Highbury – Ben Radford (Getty Images)

Apartamentos de lujo

¿Qué paso con los terrenos del viejo Highbury cuando el Arsenal se mudó? Pues donde antes se ubicaba el viejo estadio actualmente se eleva un complejo de 650 apartamentos de lujo (entre 500.000 y 1.000.000 de libras: Highbury Square.

La reconversión del campo en una urbanización residencial conjuga a la perfección lo público y lo privado. Todo sigue ahí. Las cuatro tribunas transformadas en departamentos, la fachada de Leitch, e incluso el terreno de juego convertido en un enorme jardín comunitario.

Si queréis alquilar uno de estos departamentos la próxima vez que vayáis a Londres, aquí los tienen «baratos» https://www.primelocation.com/to-rent/flats/london/highbury-stadium-square/

Highbury square
El terreno de juego de Highbury ahora son zonas comunes del residencial, de lujo ,Highbury Square

De Highbury …

No tuve la suerte de visitar el Viejo Las Gaunas, protagonista de mi anterior articulo, pero si pude visitar (por fuera al menos), y hacerme la foto de rigor, el viejo Highbury. Fue durante un viaje a Londres allá por el 2003, ciudad que me encanta visitar siempre que puedo y me dejan. Un día, tras la típica visita al London Eye y algún que otro museo, mientras degustábamos unas pintas en el Pub Brewmaster (por cierto, muy recomendable si vais por Londres. Buena cerveza y buen Fish and Chips. Junto a Leicester Square lo encontraréis.), solté un: «Mañana podríamos ir al campo del Arsenal, esta cerca». Las caras no fueron precisamente de aprobación, pero después de unas cuantas pintas más accedieron entre abrazos y risas. Lo que no consiga unas cuantas pintas…

Dicho y hecho, al día siguiente me autoproclamé jefe de la expedición, y pusimos rumbo a Highbury. Lo que pasa es que en el plano del metro parece que todo está mas cerca, pero resulta que «Arsenal Station» estaba donde Dios perdió la gorra (Where God losed his cap, que dirían en inglés). Tras mas de media hora en el metro parada tras parada, mis acompañantes se impacientaban y las paradas de metro eran cada vez más parecidas a las que salen en las películas, si esas donde te atracan una banda de raperos.

Highbury es el típico barrio inglés, donde se respira ese ambiente a futbol y típicos pubs de madera. Calles estrechas, casas de dos plantas, cielo gris, me encanta esa sensación de tranquilidad y recogimiento. Buscas el estadio, pero no lo encuentras, porque está «camuflado» entre las casas del vecindario. Espectacular. Precisamente esa semana era semana de Champions, y el Arsenal se enfrentaba al Valencia CF.

… al Emirates

Años más tarde, en el 2015, en otra visita a la ciudad londinense, visitamos el Emirates Stadium, que está apenas a unos 200 metros del antiguo estadio. Inaugurado en 2006. Capacidad para 60.000 espectadores. No tiene la solera de los campos ingleses evidentemente, pero es un estadio impresionante y moderno. Lo que no ha conseguido es reverdecer los laureles de aquellos gunners invencibles de Highbury.

Si es verdad que el «viaje» en metro, la llegada a Arsenal Station, y recorrer de nuevo las calles de Highbury sigue siendo algo entrañable para mi. Además, era un día lluvioso, cielo gris. Inglés total, que más podía pedir.

Alrededor del estadio hay estatuas de Tony Adams o Dennis Bergkamp, sin que falte Herbert Champan, mito, entrenador e ideólogo; un busto del propio Champman preside todavía la entrada de la East Stand de Highbury. Las paredes de hormigón del Emirates están forradas con placas con las leyendas del club y con sus méritos descritos por aficionados. En las banderolas que adornan los puentes de acceso al nuevo campo se muestran otros jugadores que hicieron historia como Cesc Fàbregas.

Emirates 2015 dentro

Puedes recorrer las entrañas del moderno estadio: por donde entran los jugadores, los vestuarios, el túnel de salida, los banquillos. Desde el césped se ve impresionante, y más con la camiseta del Poli.

Autor: Alfonso Zapata (Twitter: @MrAlfonZ)

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