El fútbol desde marzo es otro. Se respira un aire de tristeza cada vez que retransmiten un partido por la tele comparable a esas tardes lluviosas de invierno en las que no se alcanza a ver un rayo de Sol. Se hace raro ver los estadios en silencio, sin ruido, sin música, sin alma. Es desesperante ver cómo quieren tapar la ausencia de pasión, euforia o desesperación por medio de un sonido enlatado que más que atraer al telespectador lo espanta. Son en estos días cuando adquiere más fuerza la frase de Eduardo Galeano que nos decía que jugar sin hinchada es como bailar sin música.
La música en el fútbol
Y es que la música fue, es y será un aspecto muy relevante en la atmósfera futbolera. Es, junto al fútbol, una de las grandes pasiones de la humanidad capaz de permanecer a lo largo del tiempo. En el Reino Unido dónde nació el fútbol y dónde se crearon multitud de estilos musicales, existe entre sus artistas grandes aficionados al balompié. Es mundialmente conocido la pasión de Oasis por el Manchester City y que «The Masterplan», uno de sus temas más famoso, está dedicado a L.S. Lowry, pintor inglés y uno de los seguidores más conocidos en la historia del club.
También es reconocible que desde que Tony Britten decidió inspirarse en el tema “Zadok, the priest”, una obra del compositor alemán Georg Friedrich Händel como base del nuevo himno, los partidos de la UEFA Champions League han alcanzado cotas de pasión nunca antes alcanzadas. Es oír el primer acorde de la canción y saber que hay partido importante sin importar que equipos se enfrenten.
You’ll never walk alone
Sin embargo, si hay una canción que destaque sobre el resto es, sin duda, “You’ll Never Walk Alone”. Este tema de Gerry and the Pacemakers está considerado como el himno no oficial del Liverpool y es coreado por los seguidores antes, durante y tras sus encuentros. Es tal la importancia de esta canción para el club del condado de Merseyside que su título aparece en el escudo del club. Lo que no todos saben, es que durante un concierto en Stafford, ese cántico fue el detonante para la creación de la canción más famosa del mundo del fútbol…y del mundo del deporte en general: We are the champions, de la banda británica Queen.
Durante ese concierto «hicimos un encore y luego nos fuimos, y el público en lugar de seguir aplaudiendo, nos cantaron You’ll never walk alone, y quedamos completamente sorprendidos y desconcertados. Fue una experiencia muy emotiva.» comentó Bryan May, guitarrista de Queen en una entrevista en la cadena BBC. Por aquél entonces, el Liverpool dominaba la Liga inglesa y comenzaba a ganar sus primeras Copas de Europa.
We are the champions
Surge así la idea de componer una canción que uniese a la banda con su grupo, surgen así “We will rock you” y sobre todo “We are the champions”. Con esta última, Freddie Mercury quería “algo más allá de un canto de fútbol”, a pesar de que estaba pensando en el fútbol cuando lo escribió, “quería una canción de participación, algo en lo que los fanáticos pudieran aferrarse. Por supuesto, le he dado más sutileza teatral que un canto de fútbol ordinario“, dijo. Según se sabe, la compuso pensando no solo en el deporte sino en un equipo en particular: el Manchester United, club del que reconoció que era gran aficionado desde que llegó con 18 años a Londres desde Zanzíbar (Tanzania en la actualidad).
La canción fue compuesta en 1975 y estaba preparada para salir junto a “Bohemian Rhapsody” en el disco “A Night at the Opera”. Sin embargo, no se estrenó hasta 1977 como parte de “News of the World”. El hecho de que haya sido escrita dos años antes de su lanzamiento tiene una explicación, en 1975 el Manchester United sí fue campeón pero del torneo de segunda división de Inglaterra.
Es tal el impacto de esta canción que en el Mundial Estados Unidos 1994, fue seleccionada como una de las canciones oficiales del evento y sonó en la celebración del campeonato por parte de Brasil. Es difícil saber cuándo fue la primera vez que se utilizó en honor a un campeón, pero sin duda éste fue un momento clave, ya que fue el primer espectáculo con repercusión mundial en el que se escuchó tras el fallecimiento de Freddy Mercury en noviembre de 1991.
“We Are The Champions ha sido adoptada por los hinchas de fútbol porque es una canción de vencedores”, dijo Freddy Mercury y así es y será. Se escuchará tras cada final de campeonato en honor al vencedor. Ojalá, cuando llegue ese momento pueda ser coreado por miles de aficionados en las gradas, o al menos, que no nos los sustituyan por sonido enlatado. Mientras tanto, el balón rodará sin pasión ni alegría, sólo y únicamente por un negocio que hay que salvar, sobre campos vacíos que estarán en silencio, mudos y que tristemente nos recordarán a cementerios de hormigón y césped. Pero ya se sabe, the show must go on, que diría la Reina.
Autor: Informe Pirri