Fútbol virtual

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Un domingo sin fútbol tiene algo de discoteca sin música, de smartphone sin datos, de ponme cerveza sin alcohol que me toca conducir. Tras la suspensión del encuentro ante el casi centenario Real Jaén y la jornada de descanso, marcábamos al fin, ruta hacia el Municipal Las Viñas en Huétor Vega (Granada).

Domingo 22 de noviembre. Twitter. Servicio de microblogueo.

La inmensidad del planeta globalizado puede caber en 280 caracteres. A Trump le bastaron para ganarse la confianza del norteamericano medio. La enfermera de Ciudad Real viralizó la escasa empatía de sus compañeras de piso. El Departamento de Comunicación del Poli Almería cuenta el partido en un minuto y resultado que invita a construir imágenes. Tweet del minuto 15: “Moussa adelanta a los rojiblancos de cabeza al rematar una falta sacada por Alonso”. El salto adquiere en mi mente tintes mitológicos. Moussa abriéndose hueco entre espigados defensas rivales. Le agarran de la camiseta, le encajan el codo en las costillas. Recurren a cualquier treta para evitar el remate. Opté por no ver después ninguna toma televisiva que desdibujara el tremendo cabezazo. Nuestro portero Manu fue el gran protagonista del primer tiempo. Tras desbaratar varias ofensivas, penalti señalado para los locales. El cazarrecompensas verdinegro ante Manu desarmado. Un duelo de miradas separadas por once metros. La melodía de Morricone acompañó la estirada. Tuvo que ser un paradón de época, no me lo imagino de otra forma. Así se las gasta nuestro ángel de la guarda. Los finales de partido acostumbran a darnos disgustos. Cuando el tiempo agonizaba, Carlos Gómez, juvenil del Huétor Vega, hacía el empate. Para él fue el premio MVP del partido. Una caja de naranjas “Jiménez 100 % Calidad Extra”. Dos puntos menos y dos horas más para volver a casa. Y mañana lunes. No hay espacio para la épica en Tercera pero desborda pureza y vitamina C.

Manu penalty
Foto: José M. Baldomero

Martes 24 de noviembre. Zoom. Programa de videollamadas y reuniones virtuales.

Reunión de Socios Gestores. Recibo el Orden del Día, apunta a estirarse. Información sobre la situación deportiva y económica, la cuestión de las retransmisiones, los certificados de movilidad. Temas de interés sometidos a las restricciones sanitarias. No queda otra que celebrarla de forma telemática, utilizando uno de esos programas con los que nos hemos familiarizado durante la pandemia. Miguel Bosé achaca responsabilidades a Bill Gates y al 5G. No sé cómo Zoom ha escapado de su lista de acusados. Desde marzo ha entrado con fuerza en nuestros dispositivos electrónicos. Kino comparte su pantalla con un Excel que muestra la estimación actualizada de ingresos y gastos. Se valoran escenarios desde la postura más pesimista. Más vale prevenir. La situación obliga a que el tradicional Partido solidario tenga que ser reinventado. Este partido forja la esencia del Poli; un club con conciencia social, un club cercano. No habrá público pero va a salir adelante. Este año irá para la asociación Duchenne Parent Project España que busca encontrar tratamiento para la Distrofia Muscular de Duchenne y Becker, una enfermedad rara, degenerativa y sin cura.

Domingo 29 de noviembre. YouTube. Sitio web dedicado a compartir videos.

Con ganas de domingo es el slogan de esta temporada. Me gusta. Capta perfectamente el sentir del aficionado. Al no permitirse la presencia de público en las gradas, lo veré desde casa. Desayuno en la terraza y comienzo el nuevo ritual de preparación para el partido. Abro Gmail, busco el enlace de YouTube. Proyecto la pantalla del iPhone con un Chromecast. La tecnología me permite vibrar con dos buenas paradas de Manu. Partido trabado, de brega y desmarques sin premio. Minuto 77: penalty para los visitantes y gol. Reordeno la tabla clasificatoria calculando los puntos de la jornada con los demás resultados. En el 86, tres cambios. Entran Ruzzo, David Simón y Luis Suanes. Este último firma el empate en la última jugada. Esta vez, el descuento nos sonreía. “Lo he visto claro” declararía el defensa en la entrevista post-partido. “Nada más que pegarle y ya la he visto dentro”. A mi me faltó esa clarividencia o una repetición. En ese intervalo entre el impacto de la bota y el beso a la red, andaba contestando un Whatsapp. Celebré igual al escuchar los gritos del sonido ambiente. 

Golazo de Luis Suanes
Foto: Paco Olmo

Fútbol Virtual

Un estadio sin aficionados tiene algo de dulce sin azúcar, de marco sin foto, de ponme otra vez cerveza sin alcohol que me toca conducir de nuevo. No me acabo de acostumbrar a este fútbol virtual. Es otra cosa. Las circunstancias mandan. La tecnología mitiga en parte ese vacío. Tampoco me acostumbro a mi nuevo barrio. Extraño pedir la vez en mi carnicería, el saludo ceremonioso a mi peluquero. El nuevo ecosistema me ahoga pendiente del reloj. Vivo descontando minutos a las 18:00 para no incumplir la limitación de movilidad entre municipios. Hay fútbol a todas horas en la tele pero añoro el estadio. Me agarro a la provisionalidad de la existencia. Volveré. Volveremos. Desconocemos aún el importe de la factura. Si todo será como antes o si será distinto para siempre. Pero volveremos, estoy seguro.

Autor
José Manuel Torrente Galera

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